Hace ya varios días había notado que tres apuestos hombres con largas túnicas oscuras nos observaban sombríamente desde el otro lado del parque a mi hermano gemelo Alec y a mí cada vez que pasábamos por aquel camino para llegar a casa, pero no me quise preocupar porque hace ya un par de años que la gente nos miraba de esa manera, todos pensaban que mi hermano y yo éramos diferentes, bueno realmente si lo éramos pero ellos no nos creían diferentes, nos creían peligrosos , pues en pleno siglo XVIII era mala época para tener poderes con eso de las brujas y todas aquellas historias provenientes de un pueblo cercano llamado Salem.
Pero no, no teníamos poderes mágicos ni éramos brujos, realmente ni yo misma estaba del todo segura de estos extraños sucesos que solían acabar con mis pocas esperanzas de ser una niña normal, pero ya varias veces habían intentado encerrarnos sin éxito, porque de alguna manera que aun no logro comprender del todo, en cuanto cruzaba mi mirada con el cazador el se retorcía de dolor y podíamos escapar, creo que esto era un cargo muy grande para un par de niños de trece años, pero de todas formas en que lo viera éramos diferentes al resto de los humanos; de eso me di cuenta aquel día, de hecho ya lo sabia, pero siempre había optado por ignorarlo… aquel día Alec decidió tomar un camino diferente a través del bosque para llegar a casa, tal ves no había sido buena idea, pero de lo contrario los demás humanos temerosos de nosotros nos habrían encontrado, tenían planeado quemarnos en la hoguera; era un largo camino, pero decidí no hablar con Alec ya bastantes cosas me preocupaban como para cuestionarme la razón de porque el creería necesario y sobretodo mas seguro tomar aquel camino, pero de repente se me dio por comentárselo…
-Alec- lo llame sin pensarlo- has notado que cuando regresamos a casa por el camino del parque hay tres sujetos del otro lado observándonos- le comente distraída -no, no lo eh notado, pero tampoco quiero preocuparme por eso, tal ves son los que nos están buscando- me dijo sin siquiera mirarme estaba rebuscando entre los arboles- ¿Jane?-¿si? – ¿Escuchas eso? – Me pregunto sujetándose a una rama y señalándome lo profundo del bosque- por allá ahí personas, van demasiado rápido- giro su mirada bruscamente hacia mi- vienen para acá, ¡vamos Jane! ¡Corre!- Pero fue muy tarde ya estaban allí...