TÚ ERES PERFECTO PARA TU PROPÓSITO

Todo sobre ti es determinado por tu propósito. Dios te construyó, te diseñó, y se te compuso para ello. Tu herencia y raza, el color de la piel, tu idioma, tu altura, y todos tus rasgos físicos son hechos para la realización de tu propósito. Tú fuiste construido para lo que tú debes hacer. Tú eres perfecto para tu objetivo.

Eso significa que tu capacidad no depende en lo que tú percibes como tus limitaciones. Todo lo que Dios te dio para hacer, eres capaz de hacer. Para todo lo que Dios puso en tu corazón hacer, tienes la capacidad correspondiente de llevarlo a cabo.

Él nos da sueños en el corazón para sacar lo que está ya dentro de nosotros y activar el poder de Dios en capacitarnos para realizar nuestras visiones. Es por eso que Dios nos dio sueños que son más grandes que nuestra educación. Quizás tú no tengas los conocimientos para hacer lo que vas a hacer. Puede que la gente no crea que tú puedes hacerlo, sin embargo, ¿qué importa lo qué piensa ella? Sólo sigue haciendo lo que Dios te dice hacer.

Dios nunca nos da sueños para frustrarnos. Él nos da sueños para liberarnos de la mediocridad y revelar nuestra verdadera identidad al mundo. Dios llama, unge, y distingue entre las personas. Él no quiere que nosotros estemos perdidos en la mediocridad. Dios revela nuestro potencial cuando damos pasos hacia nuestros sueños.